lunes, 16 de agosto de 2010

EL TIGRE

El tigre (Panthera tigris) es una de las cuatro especies de la subfamilia de los felinos (familia Felidae) pertenecientes al género Panthera. Se encuentra solamente en el continente asiático; es un predador carnívoro, y es la especie de felino más grande del mundo,[1] pudiendo alcanzar un tamaño comparable al de los felinos fósiles de mayor tamaño.

Existen seis subespecies de tigre, de las cuales, la de Bengala es la más numerosa; sus números constituyen cerca del 80% de la población total de la especie; se encuentra en la India, Bangladesh, Bután, Birmania y Nepal. Es una especie en peligro,[2] y en la actualidad, la mayor parte de los tigres en el mundo habitan en cautiverio. El tigre es el animal nacional de Bangladesh la India.

Es un animal solitario y territorial que generalmente suele habitar bosques densos, pero también áreas abiertas, como sabanas. Normalmente, el tigre caza animales de tamaño medio o grande, generalmente ungulados. En las seis diferentes subespecies existentes del tigre, hay una variación muy significativa del tamaño. Los tigres machos tienen un tamaño mucho mayor que el de las hembras. Análogamente, el territorio de un macho cubre generalmente un área mayor que el de una hembra.


DESCRIPCION:
El tigre es el felino más grande del mundo, comparable en tamaño con los grandes félidos fósiles. El tamaño de los tigres y demás características varían de una subespecie a otra. En estado salvaje, los tigres machos tienen un peso que oscila entre los 100 y los 306 kg y una longitud de 220-330 cm incluyendo la cola (que mide entre 60 y 100 cm). Mientras tanto, las hembras, mucho más pequeñas, tienen un peso de 85 - 167 kg. y una longitud total de 210-275 cm.[3] Actualmente, la subespecie más pequeña es la del tigre de Sumatra, mientras que las de mayor tamaño son la del tigre de Amur y el tigre de Bengala.

La mayoría de los tigres tienen un pelaje naranja o leonado, un área intermedia y ventral blanquecina y las rayas varían en tono desde marrón oscuro hasta el negro. La forma y cantidad de las rayas varían según su sexo, (si es hembra la cantidad de rayas es menor), aunque la mayoría de los tigres suelen tener menos de 100 rayas. El patrón de rayas es único en cada ejemplar, y es posible utilizar esto para identificar a un individuo, de la misma forma que las huellas dactilares se utilizan para identificar a una persona. Sin embargo, debido a lo difícil que es registrar el patrón de rayas en un tigre salvaje, este no es el método más usado para la identificación de un tigre. Probablemente, la función de las rayas es el camuflaje, siendo útil para ocultarse de sus posibles presas. El patrón de rayas también se encuentra en la piel del tigre, por lo que, si es afeitado, sus rayas distintivas pueden ser observadas.

Como la mayoría de los felinos, se cree que los tigres tienen cierta visión de color, por otra parte su visión nocturna es muy aguda merced a la membrana especular ubicada en la retina la cual focaliza la poca luz de la noche.[4]

Al igual que los otros miembros de su género, el tigre tiene la capacidad de rugir. A diferencia de otros felinos (aunque a semejanza del jaguar) el tigre es un excelente nadador y puede sorprender y cazar a presas en el agua.

Los tigres adultos suelen ser ferozmente territoriales y cazan mucho. Las tigresas pueden tener un territorio de 20 km², mientras que el territorio de los machos es mucho más extenso, cubriendo un área promedio de 80 km², sin embargo el tamaño del territorio depende de las diferentes poblaciones del tigre, siendo más grandes los territorios pertenecientes a los tigres del sudeste de Rusia que los de cualquier otra subespecie de tigre. Los tigres machos pueden permitir la entrada de varias hembras a su territorio, hasta el punto de compartir una presa e incluso alimentarse después que la hembra (en el caso del león, ocurre exactamente todo lo contrario, pues es el macho dominante el primero en alimentarse); pero no toleran la entrada de otros tigres machos en su territorio. Debido a su naturaleza agresiva, los conflictos territoriales entre tigres son violentos, y pueden terminar con la muerte de uno de los machos; aunque este tipo de muertes son menos frecuentes de lo que se cree, pues en la mayoría de las luchas por el territorio, los machos terminan prácticamente ilesos. Para marcar su territorio el macho rocía la orina u otras secreciones sobre los árboles.

Existen varias técnicas para estudiar al tigre en estado salvaje; hace algunos años las poblaciones de tigres eran calculadas por los moldes de yeso tomados de sus huellas. En la actualidad el collar radiotransmisor se ha vuelto un instrumento muy popular para el estudio del tigre en estado salvaje.

Una hembra es receptiva sólo por algunos días, y el apareamiento puede ocurrir varias veces durante este tiempo. La gestación tiene una duración aproximada de 103 días, y tras pasar este periodo, la hembra da a luz de 1 a 6 crías de menos de 1 kilogramo de peso.

Los machos adultos pueden llegar a matar crías para hacer a las hembras receptivas.

Al cumplir las 8 semanas de nacidos, las crías están listas para salir de su guarida y seguir a su madre. Los ejemplares jóvenes se vuelven independientes aproximadamente a los 18 meses de edad, pero hasta una edad aproximada entre los dos años y los dos años y medio no se separan definitivamente de su madre. Los tigres alcanzan la madurez sexual a los 3 ó 4 años de edad. Las tigresas jóvenes generalmente establecen su territorio muy cerca del de su madre, mientras que los machos tienden a vagar en busca de un territorio, que adquieren normalmente mediante luchas con el macho dueño de cierto territorio. Las tigresas suelen dar a luz a un número similar de hembras y machos durante toda su vida.

Los tigres son bien criados en parques zoológicos u otros lugares de conservación, y sólo en Estados Unidos, la población de tigres en cautividad es tan grande como el número total de tigres en estado salvaje.

En libertad, los tigres se alimentan sobre todo de ungulados de gran tamaño, aunque como muchos otros depredadores, los tigres son oportunistas, y no desprecian presas de pequeño tamaño, como monos, pavo reales, liebres e incluso peces. En Siberia, las principales presas del tigre son el uapití, el jabalí, el ciervo shika, el corzo y el ciervo almizclero; mientras que en la isla de Sumatra, el ciervo de Timor, el jabalí y el tapir malayo son las presas cazadas con más frecuencia por el tigre de Sumatra. También son capaces de cazar grandes herbívoros, como gaures, búfalos acuáticos y alces.

En ocasiones, pueden llegar a dar muerte a otros grandes depredadores, como cánidos, leopardos, pitones u osos. Incluso se conocen casos de tigres que han cazado cocodrilos adultos, aunque se trata de casos raros, y ambos depredadores evitan encontrarse. Los tigres de Amur y los osos pardos son una seria amenaza recíproca y ambos tienden a evitarse. Sin embargo, las estadísticas señalan que el tigre es el ganador más frecuente en las batallas entre ambos animales, pues los osos cazados por los tigres suelen ser ejemplares jóvenes o hembras, considerablemente más pequeñas que los osos machos.

Una tigresa adulta es capaz de darle muerte a un gaur adulto por sí sola, a pesar de tener un peso menor a la sexta parte del peso total de gaur adulto.

El sambar y el jabalí son la presa más frecuente del tigre en la India; los elefantes y rinocerontes jóvenes son cazados por los tigres de forma ocasional, la mayoría de las veces cuando son desprotegidos por sus manadas. Incluso se conoce un caso en que un tigre cazó a una hembra adulta de rinoceronte indio. Los elefantes adultos son animales demasiado peligrosos como para ser una presa cazada comúnmente por el tigre.


Los tigres prefieren cazar presas grandes como el Sambar, el gaur o el búfalo acuático, ya que proporcionan más carne, por lo que dura varios días, evitando la necesidad de otra caza. En todas sus poblaciones, el tigre es el máximo depredador y no compite con otros carnívoros, con excepción de osos que le superen en tamaño y peso y del perro salvaje asiático, que compensa su carencia de fuerza por números. Un tigre hambriento y desesperado puede atacar cualquier cosa que considere alimento potencial y el único ser vivo que ha podido derrotarlo consecutivamente en feroces batallas ha sido el propio ser humano que ha disminuido peligrosamente la población de tigres a nivel mundial.

En la actualidad, el mayor enemigo para el tigre es el ser humano.

Los huesos, y prácticamente todas las partes del cuerpo del tigre han sido usados en la medicina oriental tradicional, aunque en la actualidad esta práctica ha sido prohibida en China.

La caza ilegal para la obtención de la piel, y la destrucción de su hábitat, han reducido de forma considerable la población salvaje del tigre. Se estima que a principios del siglo XX, existían alrededor de 100.000 tigres en estado salvaje, distribuidos desde la península de Anatolia, hasta la isla de Bali; mientras que recientemente, se calcula que la población salvaje del tigre, consta de poco más de 3.000 ejemplares, mientras que en cautividad se estima que existen aproximadamente 20.000, un número mucho mayor al de los tigres salvajes.

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